jueves, 18 de abril de 2013

Lo encontré solo en un bar, sentí el embrujo de su mirar y fui cayendo en su trampa de amor, la mentira es su juego. Un sabor animal me aguó la boca entre miel y sal, su veneno se ha enredado en mi ser y salvarme, no puedo. Y en un rincón caímos juntos en un rito de pasión y al tocar su piel sentí el calor, yo puse el deseo él puso el control. Me atrapó no pude escapar, entre tortura y sensualidad. Sus labios muerden cuando van a besar, el es fruta prohibida. Dónde esta lo quiero encontrar, sueño con el en ese mismo bar. Dejo su huella esa noche de amor, en mi cuerpo, en mi vida. Y me hundo más, sigo perdida en un desierto irreal, quiero calmar mi sed, de su boca beber, sentirme su dueña tan solo una vez.