miércoles, 16 de febrero de 2011

Dulce danza en mi interior una esperanza busco el equilibrio, peso a peso, de la balanza. Limpiar mis emociones, construir nuevos patrones vivir el día a día, proyectar mis ilusiones. Sincerándome conmigo mismo perdonando mis acciones al espejo, hayo el reflejo. De mis adentros del infinito, allí donde nacen los pensamientos yo te visito, te encuentro cuando estoy tranquila en un rincon profundo de mi mente, latiendo bien fuerte. Latiendo, construyendo mi destino ancho es el camino para esta peregrina rotativa, senderista buena vista, puede ser otra conquista. A mis adentros, de puertas para dentro voy probando llaves que me abran al conocimiento; sabiendo que vivir no es malo, sabiendo, sintiendo y experimentando. Los cambios, las etapas, los niveles de conciencia, antigua ciencia raíles, como trenes, estaciones nuevas vienen parada solicitada, me bajo ¿vienes? Bon voyag mas allá de las sensaciones el tiempo y el espacio juegan juntos a hacer guiones. No tienen prisa, se encojonan de la risa premisa, son perezosos, no va deprisa. Las experiencias, tus inquietudes los ríos, los afluentes, nacen y mueren contigo... Van transformando la experiencia a conciencia quieras o no quieras, difícil resistencia. Así es la historia en un momento de tu vida cruce de caminos, punto de partida. Yo he aprendido, si me caigo me levanto, yo he aprendido, yo me levanto. Abrir los ojos a tu nuevo día cerrar heridas, con esperanza contemplar la vida. Trabajando la ironía, hablando falsos mesías pero en la cama recuerdo lo que mi bello decía; "No quieras para nadie lo que no quieras para ti, vive y deja vivir, disfruta y se feliz" Quiero estar junto a ti, tu sólo dime si no supe entenderlo en su momento y lo perdí. Así es la vida, como un río pasa de largo y se termina. Busca en tu interior la salida, y cuando la encuentres asoma la cabeza y respira, en un nivel superior, siente el calor, en tu interior de la luz que todo lo ilumina. Échale valor como un león, y sin temor emprender la cuesta arriba, cuantas veces tropecé y sentí en mi cuerpo el impacto de la caída, cuantas veces por orgullo ignoré todo aquello que los ancianos decían, cuantas veces yo me arrepentí de decir que de ese agua nunca bebería, cuantas veces dije sí, cuantas dije no, dímelo antes de que acabe el día. Hoy me despierto dando gracias al silencio, tu me has enseñado, eres mi maestro, me has aquietado en los momentos de tormenta, me has enseñado donde está la puerta abierta. No gastar mas fuerzas en supersticiones, ni en juzgar a aquellos que me odiaban y yo odié. De cien en cien, de mil en mil, de diez en diez, para qué joder, del pasado ya volé. Yo sé a donde voy, sé donde estoy me interesa el hoy, fruta del mañana que compartiré. Más nuevos retos acompañara mi existencia, una luna nueva repleta de experiencias, un sol naciente se contempla desde el alba luces de farola, duermen y se apagan. Yo ya pasé por la experiencia en dos extremos pude equivocarme, eso lo no niego. Yo me arrepiento, me reafirmo y me respeto paciente y fresca, yo me respeto. Siempre positivamente, mirando para adelante y si uno se cae, pues vuelve a levantarse. Pude comprender que un nuevo sol es renacer y entonces pude ver, supe que hacer entoné mi voz y el altísimo me dio el poder alejando de mi ser toda paranoia, mas dura la batalla, mas dulce la victoria.

(La canción de mi vida)

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